Lista de cosas para el parto
Confusión durante el parto
Estoy segura que todas vamos a ser capaces de distinguir si estamos de parto cuando realmente llegue el momento.
Si el bebé está llegando o si se tratan de unas simples molestias es algo que en el momento de la verdad se nota, pero tengo que decir, a favor de todos aquellos que después de leer esto estéis pensando “mira la lista esta que va de experta” hay que decir que también es verdad que si es la primera vez que estamos embarazadas, los nervios y la falta de conocimiento, nos pueden jugar una mala pasada y hacernos confundir.
La confusión, como hemos dicho forma parte del desconocimiento y ante la duda, mejor acudir a un centro de salud para que nos den un vistazo, al fin y al cabo es su trabajo y no tenemos que tener vergüenza de acudir por una falsa alarma. Mejor prevenir que lamentar.
De mi experiencia con embarazadas y de la mía propia, he podido recoger algunas cositas o mejor dicho síntomas que nos avisas. Algunos nos avisan del parto otros de que todavía no es el momento.
Vamos a hablar por tanto de 1 falsa señal de parto y 2 evidencias posibles.
Empezamos hablando de uno de los síntomas que ocasionan más confusión a las embarazadas, se trata de las contracciones de preparación o de Braxton Hicks.
Estas contracciones se pueden empezar a sentir durante el segundo trimestre y se caracterizan porque se pone la barriga dura dura… y cuando te la tocas se relaja. Lo de relajarse no quiere decir que la cosa sea inocente, porque algunas de estas contracciones pueden hacer incluso que tengamos que parar de hacer lo que estamos haciendo de lo pronunciadas que pueden llegar a ser.
También es verdad que estas contracciones las podemos empezar a sentir como ya hemos dicho a partir del segundo trimestre y eso no nos tiene que hacer pensar que nos vamos a poner de parto por muy pronunciadas que sean. Por tanto podemos decir que este tipo de contracciones son los ejercicios de calentamiento para el parto y como todo ejercicio nos tenemos que acostumbrar a el.
¿Cómo voy a distinguirlas de las del parto?
En este caso el haber ido al cine y haber visto muchas películas de embarazadas, es algo que nos va a servir… Un clásico en la ficción es contar cada cuanto hay una contracción, pues bien, también nos puede servir este clásico para distinguir si las contracciones son de parto o no.
En un parto real, las contracciones siguen un ritmo y son cada cierto número de minutos y hacia el final, segundos. En cambio con este tipo de contracciones, ahora tenemos una, en una hora otra y no las vuelvo a sentir hasta el cabo de 2 día. Son molestas pero ni son secuenciales, ni incrementa el dolor a medida que vienen, cosa que si qué pasa con las de parto.
Las contracciones de Braxton Hicks por tanto son una señal inequívoca de que estamos embarazadas pero a su vez es una falsa alarma si pensamos en dar a luz.
Después de las falsas alarmas dos signos inequívocos, aunque difíciles de controlar por un simple “usuario” para saber que estamos de parto, son el borrado del cuello del útero y la dilatación ambas incluidas en la primera etapa del parto.
El cuello del útero empieza a reducirse y a su vez a abrirse, en la jerga de los doctores a esto se le conoce también como el borrado del cuello del útero. A medida que se acerca el momento de dar a luz, el cuello del útero va preparándose para posibilitar al bebé la salida. Es un proceso que en función de la mujer puede durar minutos horas o días, pero es evidente que cuando este se ha producido el parto es lo siguiente.
Si miramos un poco más de cerca este borramiento del cuello podemos ver que se trata de una consecuencia natural de la presión que ejerce la cabeza del bebé conforme va bajando, esto provoca que se relaje y se borre el cuello del útero.
A su vez a medida que se va borrando el cuello del útero encontramos otra señal de preparación para el parto inmediata, la dilatación.
El grado de dilatación se mide en centímetros y va de 0 (cuello cerrado) a 10 (cuello totalmente dilatado y preparado para el parto)
Se considera que el parto está claramente establecido cuando el cuello tiene una dilatación de alrededor 4 centímetros, dando por finalizada la primera etapa del embarazo para así dar lugar a la segunda la cual acabará en el momento que demos a luz.
De esta manera con el cuello del útero borrado y dilatadas a más de 4 centímetros tenemos nuestras dos evidencias de parto inminente, aunque es muy posible que para cuando se den estas situaciones llevemos un rato ya por el hospital donde nos toque dar a luz.
Como curiosidad el parto no se acaba cuando damos a luz, todavía nos quedaría una tercera etapa, que va desde el momento del alumbramiento hasta que expulsamos la placenta. Aunque es evidente que esta se vive diferente al tener a nuestro peque en brazos.